Si tu hijo tiene entre 6 y 14 años, no lo dudes y apúntale a una actividad que potencia la creatividad, el trabajo en equipo, la toma de decisiones con las consecuencias que de ellas se derivan y mucho más. Diversión muy diferente a la habitual, en la que apenas se necesita un lápiz, una ficha de personaje y toneladas de imaginación.
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